1999

¡Milagro! A partir del mes de abril, los vinos se venden «en primeur», es decir, jóvenes. Qué alivio: sin esto, imposible continuar, por falta de medios. De todos modos, y tal como estaba previsto, hay que tener otro trabajo para ganarse el sustento. Más tranquilo, nuestro banco nos concede un nuevo préstamo. Es el comienzo de una larga serie…

El año está marcado por la transformación del garaje de la casa en minibodega de vinificación. Colocamos una losa de hormigón, instalamos la corriente trifásica, trasladamos las cubas y compramos dos nuevas, de acero inoxidable. No tenemos grupo de frío, porque es demasiado caro, pero bombeamos agua fresca y pura del lavadero de enfrente, durante las vinificaciones. Cuando hay pocos medios, hay que ser creativo…

El viñedo crece un poco. Siete hectáreas de producción, pero solo 15 000 botellas. Habrá que habituarse, los rendimientos bajos ya forman parte de nuestros genes. El 75% de los vinos se crían en barricas nuevas, en particular, una nueva cuvée vinificada en toneles. Nuestra gama de vinos aumenta. El entusiasmo por los vinos de la finca es inesperado, y poco a poco se confirma que es cierto que estamos ubicados en un gran terruño.