2000

Nueve hectáreas en proceso de producción y primeras plantaciones: 1,5 ha de Syrah de buena calidad en portainjertos seleccionados. La ladera es ruda y terriblemente empinada. ¿Tendremos, algún día, un tractor para arar una parcela como esta? Ya veremos. Comprarlo, cuando sea, solo nos llevará unos minutos, pero la viña demora años en crecer y echar raíces. Mientras tanto, tendremos que trabajar con el motocultor. Optamos por el rodrigón individual, fundamental para la poda en vaso. Algunas personas vienen a ver, en forma discreta, estos postes extraños. Se burlan. Pero, en poco tiempo, nos copian.

En la vendimia, el cultivo «grand cru» marca la diferencia. Nada sustituye la mano del hombre. Cosa extraña: ese año, todas las plantas alcanzan la madurez al mismo tiempo. Sacamos la mesa de selección por última vez, pero aún no lo sabemos… En la bodega, usamos dos cubas nuevas, más adecuadas a nuestros rendimientos bajos, y una bomba peristáltica para mantener la calidad del mosto. El parque de barricas se nutre, las condiciones de trabajo mejoran. En la prensa, ya se empieza a hablar de Le Clos des Fées. Aún seguimos sorprendidos y maravillados por la emoción que provocan nuestros vinos.