2007

El año del viento. Como mínimo, 200 días. Un viento marino o un Tramontana frío y nervioso, que hiela el vientre en invierno y nos vuelve locos en verano. Primera cosecha de la nueva parcela de Syrah en suelo de granito de Lesquerde. Su nombre, poco habitual, hará que llamemos la atención. El vino es excepcional, y es lo único que interesa. En marzo, cuando el equipo recién empieza a descansar, nos llaman para intentar salvar 30 hectáreas de viñas y 40 de olivares abandonados. Imposible. No tenemos medios financieros, ni materiales, ni humanos. De todos modos, vamos a echar un vistazo. Fue un amor a primera vista. Mientras el equipo se prepara para trabajar, ponemos a funcionar las neuronas. El banco nos respalda. Gracias a la ayuda de la sociedad de fomento rural, nos transformamos en granjeros por dos años. ¿Tendremos éxito? Es un misterio, pero los árboles y las plantas están a salvo. Primera cosecha de aceitunas, de mesa y para aceite. Vendimias fáciles, bajo el sol y con buen humor. Levaduras un poco perezosas. En primavera, los azúcares terminan su transformación y aparecen las características de los vinos: cremosos, sensuales, rebosantes de fruta y taninos sedosos. En inglés, se dice «Pashmina tanins». Para celebrar nuestra décima vendimia, no podíamos esperar nada mejor.