2020

El año de la COVID, por supuesto… En febrero, confinamiento general. Nuestros fieles tractoristas están sopesando regresar a Polonia, preocupados por sus familias. Llueve constantemente y todo se complica mucho. Durante diez días buscamos soluciones alternativas y se presenta un futuro potencial: perder el 100% de la cosecha. Todos somos solidarios, el trabajo se reanuda –la lucha, más bien– en un año con una primavera en la que no cesa la lluvia.

Ahora ya sabemos que los años con mildiu requieren más trabajo pero son generosos, especialmente porque un verano seco y caluroso permite vendimias perfectas. La bodega sigue el ritmo, las vendimias son intensas, la añada de Sorcières es sin duda una de las mejores y la de Domaine de la Chique es indiscutible. Poco Clos des Fées, selección drástica.

Encuentro con Jean-Yves Bizot. Admiración recíproca. Cubas de madera, vendimias enteras, sin azufre, no intervenir. El proyecto pinot está dando sus frutos y el vino nos transporta, provocando ese «suplemento de alma» que, ocho años antes, esperábamos. La ladera ha cambiado mucho… Ya se dibuja un nuevo proyecto.