El terruño de Maury

Las viñas de la finca son conducidas con técnicas sustentables. O, mejor dicho, con técnicas inteligentes… Cada una de las 112 parcelas es observada varias veces por semana para decidir en forma sensata qué tratamientos aplicar (o no aplicar), según el umbral de tolerancia de cada enfermedad.

Según las variedades y las distintas exposiciones, algunas parcelas casi no reciben tratamiento, otras, un poco más, lo que significa cinco pulverizaciones de azufre contra el oídio y una de cobre contra el mildiu. En más de la mitad de la finca, la confusión sexual da buenos resultados en la lucha contra la clysia ambigüela y la lobesia botrana.

Los niveles de cobre esterilizantes, que cada vez se observan más en las regiones húmedas, no son habituales aquí. El clima, seco y ventoso, nos permite utilizar materias activas en dosis menores o con menor frecuencia.