Modeste

Garnacha y syrah sobre esquistos negros polvorientos, totalmente descompuestos, en Espira de l’Agly. Terruños bastante ricos, lo que permite un alto rendimiento para el Rosellón (45 hl/ha), clave para la potabilidad del vino. Viña joven, muy enérgica, equilibrada a pesar de una carga importante. Cinsault de 35 años sobre arcilla-caliza, muy pedregoso. Tries de Mourvèdre.

Cosecha al inicio de la meseta de madurez fenólica con el fin de mantener un grado alcohólico moderado y una acidez esencial para el futuro equilibrio del vino. Maceración breve, fermentación rápida en levaduras autóctonas. Embotellado en enero, para conservar luminosidad, frescura y aromas fermentativos.

Vino muy claro, transparente, que recuerda inevitablemente, a ciegas, a un pinot noir… Nariz potente y refinada, con predominio de fruta fresca marcada, compleja, que recuerda a rosa marchita, toques de grosella, matices de humus. En boca fluido, puro, ligero como agua clara, taninos de extrema finura, gracias a la baja graduación alcohólica. Final fluido, firme, fresco, que sorprende y puede desestabilizar por su rareza en la actualidad. Servir a la temperatura de un blanco o un rosado.