El terruño de Espira de l’Agly

¿Es necesario que la viña tenga que sufrir para expresarse? Los terruños más pobres, las viñas más miserables, los viticultores más cansados, ¿producen los mejores vinos? Eso creía yo hace quince años. Hoy en día, no pienso lo mismo. Es cierto, hoy más que nunca, creo que los rendimientos bajos son la piedra angular de los grandes vinos de guarda. Pero si pensamos en un vino para el almuerzo, el fin de semana, un vino de todos los días, festivo, delicioso por el brillo de la fruta y la juventud, unas viñas saludables, con nutrientes equilibrados y una alimentación hídrica regular, están en condiciones de producir vinos que todos pueden comprender, aptos para complacer rápidamente. Para mejorar aún más la fruta y la tensión de Les Sorcières, en 2011 «adoptamos» un nuevo terruño en Espira de l’Agly. El resultado de vinos llenos de energía y de fruta supera nuestras expectativas, y se ensamblan en forma ideal con garnachas viejos y cariñena de laderas.