El terruño de Lesquerde

Los viñedos de la finca están muy alejados unos de otros. Es una de las claves de la calidad de nuestros vinos. 15 kilómetros hacia un lado, 12 kilómetros hacia el otro, es el precio que hay que pagar para producir uvas excepcionales para vinificación.

Esto no va a cambiar en el futuro. Los terruños graníticos de Bélesta y de Lesquerde, a más de 30 kilómetros, reservan auténticos tesoros. Nuestros ancestros iban al viñedo a pie, y solían andar más de una hora y media en la noche. Entonces, ¿por qué no podremos hacer, nosotros, 45 minutos en tractor o en camión?

Los japoneses aconsejan «pensar al revés». Es más fácil decirlo que hacerlo. El hecho de que las distintas parcelas estén alejadas, no simplifica las tareas ni reduce costes. Pero, en la vendimia, aparece una maravillosa variedad de gustos y niveles de madurez. Todo parece más claro, el cansancio y los problemas del año quedan atrás.